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En el mundo corporativo, los colaboradores son el motor que impulsa a las organizaciones hacia el éxito. Por su parte, los líderes son clave para el fortalecimiento de las relaciones y con ello de la productividad.
Sin embargo, es imposible ignorar que muchas veces los retos personales y profesionales, algunas veces se ven impactados en bajos desempeños, comunicación ineficiente y relaciones desfavorables.
Para ello, mi propósito ha sido incorporar prácticas de bienestar en el que la inteligencia emocional, sea un pilar para las organizaciones, puesto que esto contribuye al crecimiento personal, la comunicación asertiva y el fortalecimientos de las habilidades blandas en los equipos.
Como empresario, seguro te has encontrado con situaciones como estas:
- Colaboradores que llegan al trabajo abrumados por una noche sin dormir debido a las rabietas de su hijo/a o a la lucha constante por las tareas.
- Equipos menos productivos porque el estrés y las preocupaciones familiares ocupan gran parte de su energía mental.
- Talento desmotivado que siente que su vida laboral no toma en cuenta una de sus prioridades más importantes: su familia.
